lunes, 30 de agosto de 2010

Escribillo




Aquí yace un hombre atento, implacable 
Soñoliento en el tiempo
En el instante fijo de cada día
Esperando una imagen
Aquella figura que meticulosamente ama

He aquí el hombre que 
Perdido en las líneas
En los apuros de abominables minutos
Escribe con sangre su historia

Esperando un acierto, un fruto
La sonrisa roja y curvada de aquel poema

Ocasos enteros
Perdido en la sombra lúgubre
De fantasmas que moran la ciudad
Inconsciente en la espera
Mientras la lluvia toca su corazón
Lo empapa de ahogo, de pasión


He aquí el muerto viviente
El inefable tumulto de materia y energía
La bitácora de días negros y de tardes grises
La luz opaca de calle húmeda

Aquí yace el que quiere y pierde

Si
Solo yo,
A nadie más, es a quien encuentras ahí

A quien los gusanos de penas amargas
Carcomen el alma 

y a quien frías telarañas

Aprietan su pensamiento

¡Solo yo, nadie más!

El que salta entre tumultos buscando en los recuerdos
Aquella efigie que agobia la calma
El que piensa, pierde y malgasta su memoria
Y lo poco que queda de ella es un estandarte
De sueños que se quieren dar a conocer


Conque heme aquí, en el octante más oscuro del mundo
Mientras doy tiempo al tiempo
Deseando que mi forma no se prescinda
En tu ostentoso corazón

Por eso procúrale mociones a mi espectro
Para que advierta señales de vida

Regálame las sílabas que abocan tus latidos
Esas que sosiegan mi hipocondríaco pensamiento
Y el vicio de mis ojos lejanos en el cielo


Tu luz da lugar a los colores de mis alas
Y tu fragancia raja a pedazos toda mala palabra


Eres aquel matiz que perfila mi noción del mundo
Eres tú a quien codicio, a quien velo con recelo
A quien cuido cuando desdoblo en las noches en mi alma


Sos tú la fuente que alimenta el hidrópico ser de mi coraje

Y sos el ser que trasciende en mis días, aun mas que mi vida misma



Por ello

He aquí

Al hombre atento e implacable
Soñoliento en el tiempo
En el instante fijo de cada día
Esperando la imagen a la que meticulosamente ama



Fernando Pizano Correa





Flor amarilla


Dios cortó una flor
Y la dio a nuestra casa
Para adornarla

Pimpolla que emana
Vida en mi mente
Con cada nuevo recuerdo

Su belleza y bondad
Enajenan mi pensamiento
Y el de muchos otros

Benévola, afable
Clemente, indulgente
Son todos sinónimos suyos

A veces tan frágil, endeble
Relega los dones
Que Dios le dio

¿Quién osa a no cuidar aquella
Margarita de alma pura
y agraciada?

¿Quién osa a
lastimarte y no quererte
Hermana mía?

Si tú eres
Sueños de color y
Cálidas sonrisas

Penas, dolor y angustia
Agobian tus días, y
Aunque con lágrimas,
Sabes bien
Con que librarlas

Si no puedo decirte
Cuanto te amo, porque te amo
E cuanto me duele
Y enrabia que te hagan daño

Con mi silencio
Y mi presencia, en la dicha
Y en la miseria
A tu lado mi sonrisa
Sucumbirá

Fernando Pizano Correa
Koimetirion



sábado, 28 de agosto de 2010

Usted


Me gusta porque usted es
Días de melancolía y felicidad
Noches de enfermedad y gozo

Me gusta porque usted es rima
En cada plácida palabra
Y en cada intento de alegría

Me gusta su suspiro
Su boca roja y curvada
Sus conciertos de historias
Su caliginosa furia

Todo en usted es color
Y cada momento
Por diferencial de tiempo que sea
Es eterno en mi memoria

Épicas son las batallas
De ángeles y demonios
Que usted desliga en
El insomnio de mi cama

Magnánima mi intriga
Por conocer sus íntimos secretos
encontrarme en su alegría

El silencio de la tarde
Me lleva a recorrer
Todo lo que me tomo de usted

También me cata por ejemplo
Su necesidad de ver como fluye la lluvia
De ver como necesito su manga

La falta de mañana me gasta
Su caliginosa furia e cada intento de alegría
El color de su sonrisa
Y a usted como la vida misma

Las quimeras de la noche
Revelan me de usted
Lo que llora y lo que vota
Lo que es y lo que quiere ser

Su filosofía oportuna
Su jerga y locución
Su vil meditación
Su mano sensación

Sabe que mi boca escucha su simpatía
Y mis manos rayan el cielo de alegría
Mientras sé que su corazón previene que
De usted quiero todo
Y ser todo para usted

Fernando Pizano Correa









miércoles, 25 de agosto de 2010

¿Por qué no intentarlo?


¿Por qué no intentarlo?
Si lo encuentro solo en el olvido
y su mirada triste recorre mi inquietud

¿Por qué no intentarlo?
Usted está solo y yo redimido
En la penumbra de esta triste y oscura
Ciudad Profunda

Y sentimos como tiembla nuestro estómago
Y como brota la necesidad por nuestros poros
Y como tan efímera es nuestra alegría

Siempre que lo busco
No lo encuentro, pero usted me encuentra
En el momento menos previsto

Y eso es lo que me gusta de usted
Porque lo llevo incógnito
En la mente que brilla con su recuerdo

Y como no intentarlo
si tenemos la felicidad a dos
Pasos de nuestra boca
Y el futuro a unos cuantos sueños

Disfrutaría sabiendo que usted encontró en su peor momento
el lugar perfecto de dejarme ser para usted
Lo que tanto me representa

Por eso hoy, mañana y siempre
Lo llevaré como satélite a mi cabeza
Y le preguntare en lo más profundo de mi corazón

¿Por qué no intentarlo?

Fernando Pizano Correa


Ecuaciones


Estoy laxo por tanto buscar
Una persona que no mire
Paralelamente a sus problemas

Permútase un tanto imaginar
La raíz de los conflictos
Pero siempre es un elemento complejo

Soy tangente a la felicidad
En un punto de cada día
Pero en el resto de el
Mi alma se pierde en la infinidad

Y uno se cansa y cansa
De buscar ecuaciones
Que determinen la vida

Pero la vida no solo es una parábola
Que rota por los ejes del mundo
Porque no se puede determinar con fórmulas
El origen del alma

Y sé que nadie puede
Definir el límite cuando
Nuestra tristeza tiende al infinito
Ni la concavidad de nuestro futuro

Y aún así intentamos
Derivar nuestra imaginación
E integrar nuestro corazón

Porque de eso se trata
De hallar nuestros máximos y mínimos
Y de encontrar la solución
De los problemas con los que Dios
Dictamina el estado de nuestra razón

Fernando Pizano Correa
Koimetirion

Once de Octubre


Hoy quiero que el mundo esté a mi favor
Que me de lo que he pedido por tanto tiempo
Que vea lo que hay en mí
Lo que he luchado
Lo que he perdido

Hoy quiero creer en milagros
Que la vida no me doblegue
Y que el necio, sea tan sólo un espanto

Porque hoy me siento ajeno
Pero no se ve
Pero no se entiende

Hoy quiero saber ¿Por qué nacemos ante la lluvia?
¿Por qué un café, un cigarro y una tarde oscura calman mis ansias?
¿Por qué las cosas inesperadas perduran?
¿Por qué eres una de ellas?

Hoy quiero vivir tantas cosas pero solo junto a ti
Quiero que seas algo cierto en mi futuro
Aunque es cierto que no me basta el tiempo
Para saber en que día te perdí.

Fernando Pizano Correa